Recientemente, un sondeo mensual de 40DB ha revelado que el Partido Popular (PP), liderado por Alberto Núñez Feijóo, continúa consolidándose como la primera fuerza política en España, con un 32,6% de intención de voto. Esta cifra representa un ligero aumento respecto a la encuesta anterior, donde el PP obtuvo un 32,2%. Por otro lado, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha visto una leve disminución en su apoyo, pasando del 29,6% al 29,5%, lo que mantiene la distancia entre ambos partidos en tres puntos.
En el contexto actual, el bipartidismo parece estar recuperando terreno, con Vox y Sumar, los partidos de la extrema derecha y la izquierda respectivamente, quedando bastante rezagados. Vox, liderado por Santiago Abascal, se mantiene estable con un 14,1% de apoyo, igualando su resultado anterior. En contraste, la coalición Sumar, encabezada por Yolanda Díaz, ha experimentado una caída significativa, pasando del 5,9% al 5,1%. Esta tendencia es preocupante para la izquierda, ya que ni siquiera sumando los votos de Sumar y Podemos, que también ha visto una disminución de su apoyo del 3,6% al 3,3%, alcanzarían los resultados de las elecciones de 2023, donde obtuvieron un 12,3% en conjunto.
La situación actual sugiere que la derecha podría reunir más de 170 escaños en el Congreso, contando con el apoyo de partidos regionales como UPN y CC. Esto les permitiría superar la mayoría absoluta de 176 escaños, alcanzando entre el 46% y el 50% de los votos. Por su parte, el PSOE no tendría posibilidades de gobernar en solitario y necesitaría formar una coalición con otros partidos progresistas y nacionalistas para tener una opción viable de gobierno.
Este panorama electoral se presenta en un contexto donde el PSOE ha enfrentado varios escándalos, como el ‘caso Koldo’ y el ‘caso Begoña’, que han afectado su imagen pública. Sin embargo, a pesar de estos desafíos, el partido parece haber estabilizado su apoyo en las encuestas, lo que podría indicar que los peores momentos ya han pasado.
El sondeo también refleja un cambio en la percepción pública hacia los partidos, donde el PP se beneficia de la desconfianza hacia la izquierda y de la búsqueda de una alternativa sólida en el panorama político. La consolidación del PP y la estabilidad del PSOE sugieren que los votantes están buscando opciones claras y definidas, lo que podría influir en el comportamiento electoral en las próximas elecciones.
En resumen, el escenario político en España se caracteriza por un PP en ascenso, un PSOE que se mantiene a flote y una izquierda fragmentada que enfrenta desafíos significativos. La proximidad de las elecciones generales de 2025 añade un nivel de incertidumbre y expectativa en torno a cómo se desarrollará esta dinámica en los próximos meses.