Con la llegada del verano, muchos se enfrentan al dilema de disfrutar de la temporada sin comprometer su salud. La combinación de calor, vacaciones y celebraciones puede llevar a un aumento en el consumo de alimentos ultraprocesados, lo que puede afectar tanto la figura como el bienestar emocional. Expertos en nutrición ofrecen valiosos consejos para disfrutar de un verano placentero y saludable, sin caer en excesos que puedan perjudicar nuestra salud física y mental.
### La Trampa de los Ultraprocesados
Durante el verano, es común que los helados, refrescos y aperitivos se conviertan en parte de nuestra rutina diaria. Aunque disfrutar de un helado en la playa o un refresco en una terraza no es problemático, el verdadero riesgo surge cuando estos alimentos ultraprocesados se convierten en la norma. Según Ana Gloria Cantos, dietista-nutricionista, estos productos no solo pueden contribuir al aumento de peso, sino que también pueden alterar nuestro equilibrio interno.
Los ultraprocesados incluyen no solo helados y refrescos, sino también bollería, snacks salados y salsas listas para usar. Estos alimentos suelen contener azúcares, grasas trans y aditivos artificiales, así como disruptores endocrinos que pueden interferir con nuestras hormonas. Esto puede afectar el metabolismo, el apetito y el funcionamiento del sistema nervioso, lo que a su vez puede influir en nuestro estado de ánimo.
Paloma Quintana Ocaña, otra experta en nutrición, señala que los alimentos con alta carga glucémica pueden tener un impacto negativo en nuestro bienestar emocional. Un consumo excesivo de estos productos puede llevar a sentir irritabilidad, falta de energía y apatía. La serotonina, un neurotransmisor clave para el bienestar, se ve afectada cuando la dieta es inflamatoria o carece de nutrientes esenciales. Por lo tanto, es fundamental entender cómo lo que comemos afecta nuestro cuerpo y mente.
### Alternativas Saludables para el Verano
Para disfrutar de un verano sin culpa, es importante hacer elecciones alimenticias más conscientes. Ana Gloria sugiere optar por helados artesanales o caseros, elaborados con fruta congelada y yogur, como una alternativa más saludable a los helados industriales. En lugar de refrescos azucarados, el agua con gas con rodajas de fruta o hierbas frescas puede ser una opción refrescante y ligera.
Para picar entre horas, las crudités con hummus, guacamole o dips caseros son igual de sabrosos que los snacks procesados. Además, al momento de aderezar ensaladas, se pueden utilizar aliños naturales como aceite de oliva virgen extra, limón, vinagre o especias, que añaden sabor sin sacrificar la salud.
Además de la alimentación, otros factores también pueden influir en nuestro bienestar durante el verano. Paloma Quintana advierte que cenar tarde o en grandes cantidades puede afectar la calidad del sueño, lo que a su vez puede influir en nuestro estado de ánimo. Con las largas jornadas de verano, muchas personas tienden a cenar más tarde de lo recomendable, lo que puede ser perjudicial. Se recomienda cenar temprano, preferiblemente antes de las 19 horas, para asegurar un descanso reparador.
El consumo de alcohol también puede tener un efecto negativo en nuestro estado emocional y contribuir al aumento de peso. Las deficiencias nutricionales, por su parte, pueden afectar nuestro bienestar general. Por ello, es esencial mantener una dieta equilibrada y nutritiva, sin caer en la prohibición o la culpa.
### La Importancia de la Moderación y la Consciencia
Como concluye Ana Gloria, no se trata de prohibirse disfrutar de una comida ocasional en compañía de amigos, sino de integrar opciones más saludables en nuestra dieta diaria. Las tradiciones veraniegas pueden coexistir con una alimentación equilibrada y nutritiva. Incorporar platos frescos, coloridos y elaborados con ingredientes reales puede hacer que el verano sea igual de placentero y mucho más saludable.
La clave está en consumir menos alimentos envasados y más productos frescos y naturales. Al final del día, lo que realmente importa es cómo nos sentimos y cómo nuestra alimentación impacta en nuestro bienestar general. Con pequeños cambios en nuestros hábitos alimenticios, podemos disfrutar de un verano lleno de energía, alegría y salud.