El calor extremo que afecta a muchas regiones de España puede ser un verdadero obstáculo para disfrutar de un sueño reparador. Con temperaturas que superan los 40 grados, es común que las personas experimenten dificultades para conciliar el sueño y mantener una buena calidad del mismo. Sin embargo, el Dr. Álex Ferré Masó, experto en medicina del sueño, nos ofrece valiosos consejos sobre cómo recuperar el tiempo perdido en materia de descanso y mejorar nuestra calidad de vida.
### La Importancia de un Contrato de Sueño
El Dr. Ferré enfatiza que el sueño es acumulativo y que la falta de descanso genera una deuda que se puede compensar. Según él, es fundamental establecer un «contrato de sueño» que incluya horarios fijos para acostarse y levantarse. Este contrato ayuda a regular el ritmo circadiano, que se ve alterado por factores como el estrés, la luz y, por supuesto, el calor.
«Si te privas de sueño, experimentarás más somnolencia y otros riesgos asociados, como la irritabilidad», explica el médico. Para recuperar un ritmo circadiano alterado, se necesitan entre 3 y 10 días de buen descanso. Esto implica no solo dormir las horas necesarias, sino también asegurar que la calidad del sueño sea óptima. La regularidad es clave, y el Dr. Ferré advierte que el cuerpo no entiende que tengamos un horario diferente durante el fin de semana. Por lo tanto, es crucial cumplir con las cláusulas de nuestro contrato de sueño todos los días.
Además, el experto señala que no existe una relación directa entre las horas de sueño perdidas y las horas que se pueden recuperar. Por ejemplo, si has perdido ocho horas de sueño y decides dormir ocho horas más, es posible que solo recuperes seis. Esto se debe a que el cuerpo necesita tiempo para adaptarse y restablecer su equilibrio natural.
### La Presión del Sueño y el Despertar
Uno de los conceptos más interesantes que menciona el Dr. Ferré es la «presión del sueño». Esta se refiere a la carga de sueño que acumulamos durante el día, lo que nos prepara para un descanso nocturno adecuado. A medida que avanzamos en el día, la presión del sueño aumenta, y es esencial que esta presión se mantenga para que podamos dormir bien por la noche.
«Cada hora que pasa durante el día nos ayuda a acumular horas de sueño», explica. Por lo tanto, lo que hacemos durante el día tiene un impacto directo en la calidad de nuestro sueño nocturno. Si modificamos nuestras horas de acostarnos y levantarnos, podemos perder esta presión del sueño, lo que puede resultar en un descanso menos reparador.
Para evaluar si has saldado tu deuda de sueño, el Dr. Ferré sugiere realizar el «test del despertador». Si comienzas a despertarte a la misma hora todos los días sin necesidad de un despertador, es una señal de que tu cuerpo ha recuperado su ritmo natural. Sin embargo, si a pesar de esto te sientes cansado, es posible que haya otros factores que estén afectando la calidad de tu sueño, como el estrés o problemas de salud subyacentes.
### Estrategias para Mejorar la Calidad del Sueño
Durante los meses de verano, es crucial crear un ambiente propicio para el descanso. Esto incluye cuidar la higiene del sueño, que abarca prácticas como mantener la habitación fresca y oscura, evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir y establecer una rutina relajante antes de acostarse. El Dr. Ferré también menciona que las siestas deben ser cortas, no superando los 10-15 minutos, para evitar que interfieran con el sueño nocturno.
«El funcionamiento del cuerpo es sencillo, pero la sociedad a menudo no lo respeta», reflexiona el Dr. Ferré. Es esencial volver a las bases y reconocer nuestras necesidades humanas fundamentales, como el sueño. En lugar de preocuparnos por cómo recuperarnos de cambios de horario, deberíamos enfocarnos en cómo evitar la descompensación que ocurre cada fin de semana.
El calor puede ser un desafío, pero con las estrategias adecuadas y un compromiso con nuestro contrato de sueño, es posible mejorar la calidad del descanso y, en consecuencia, nuestra calidad de vida. Al final del día, el sueño es una necesidad básica que no debe ser ignorada, y con un poco de esfuerzo, todos podemos lograr un descanso reparador, incluso en las noches más calurosas.