En el sur de Tenerife, en el pintoresco pueblo de San Miguel de Abona, se encuentra La Reposera, un innovador proyecto de residencias artísticas que ha comenzado a atraer la atención de creadores de diversas disciplinas. Este espacio, impulsado por la Fundación Canarina, se erige como un oasis de tranquilidad y reflexión, donde los artistas pueden sumergirse en un entorno natural propicio para la creación y el intercambio cultural. La Reposera no solo ofrece un lugar para la producción artística, sino que también promueve la contemplación y el diálogo, elementos esenciales para el desarrollo de nuevas ideas.
La Reposera se sitúa en un entorno rural rodeado de un bosque termófilo, un ecosistema que ha sido cuidadosamente preservado y que alberga la antigua casa-taller del célebre escritor e ilustrador alemán Horst Eckert, conocido por su seudónimo Janosch. Este lugar, donde Eckert vivió y trabajó durante más de tres décadas, ha sido transformado en un espacio de residencia artística, manteniendo su esencia y su conexión con la naturaleza. La idea detrás de La Reposera es ofrecer a los artistas un tiempo de pausa y reflexión, lejos de las presiones de la producción inmediata.
### Un Espacio para la Reflexión Creativa
La primera edición de La Reposera se llevó a cabo en abril de este año, y desde entonces ha acogido a una variedad de artistas, desde pintores y muralistas hasta músicos experimentales. La reciente tercera edición contó con la participación de las escritoras e ilustradoras lanzaroteñas Lana Corujo y Juli Mesa, quienes fueron seleccionadas por su enfoque artístico que refleja la identidad y el paisaje canario. La duración de las residencias oscila entre una semana y diez días, y aunque actualmente las selecciones se realizan por invitación, se planea abrir convocatorias para artistas de todas las islas en el futuro.
Carol de Burgos, responsable del área de Arte y Diseño de La Reposera, explica que el objetivo del proyecto es proporcionar un espacio donde los artistas puedan reflexionar y dialogar sobre sus ideas, sin la presión de tener que producir una obra final. «Creemos que no hay ideas de este tipo en Canarias: hay muchos espacios de producción, pero quizás faltan espacios para parar, intercambiar y reposar las ideas», señala De Burgos. Este enfoque permite a los artistas cultivar su creatividad en un ambiente que favorece la calma y la introspección.
Durante su estancia, Corujo y Mesa se dedicaron a explorar sus ideas en un entorno natural, donde la conversación y la observación se convirtieron en herramientas fundamentales para su proceso creativo. Corujo, quien recientemente publicó su primera novela, encontró en el bosque un paralelismo con su propio proceso artístico, reflexionando sobre la importancia de cultivar el «suelo literario» para que las ideas puedan florecer. «Es necesario trabajar el suelo literario para que luego puedan eclosionar ideas y proyectar», comenta.
### Un Vínculo con la Comunidad Local
La Reposera no solo se enfoca en el desarrollo personal de los artistas, sino que también busca establecer un vínculo con la comunidad de San Miguel de Abona. Como parte de su compromiso con el pueblo, se invita a los residentes a realizar una actividad que contribuya a la oferta cultural local, ya sea a través de talleres, recitales o murales. Esta interacción entre la cultura contemporánea y la cultura popular local es vista como una oportunidad para enriquecer ambas partes.
De Burgos destaca la importancia de este intercambio cultural: «Nos parece interesante generar ese encuentro e intercambio entre la cultura popular de San Miguel y la cultura contemporánea». Este enfoque no solo beneficia a los artistas, sino que también enriquece la vida cultural del pueblo, creando un espacio de diálogo y colaboración.
La experiencia de Corujo y Mesa en La Reposera ha sido profundamente enriquecedora. Ambas artistas han encontrado en este espacio la oportunidad de desconectar de las exigencias de la producción y centrarse en el proceso creativo. «A veces, lo que se necesita es ese espacio previo de no productividad y descanso, pero también de comunicación y conversación», reflexiona Mesa. La Reposera se convierte así en un lugar donde las ideas pueden germinar en un ambiente de apoyo y creatividad, fomentando un sentido de comunidad entre los artistas y el pueblo.
La Reposera se presenta como un modelo a seguir en el ámbito de las residencias artísticas, ofreciendo un enfoque único que prioriza la reflexión y el intercambio cultural. En un mundo donde la producción constante a menudo eclipsa el proceso creativo, este espacio en Tenerife se erige como un faro de esperanza para los artistas que buscan un lugar donde puedan reposar, reflexionar y, en última instancia, crear.