La reciente crisis eléctrica en España, que culminó en un apagón que afectó a toda la Península Ibérica el 28 de abril, ha puesto en el centro del debate a Redeia, la compañía responsable del transporte de electricidad en el país. A medida que se acercan las Juntas de Accionistas, las organizaciones que representan a los accionistas minoritarios han alzado la voz, exigiendo claridad y responsabilidad en la gestión de la crisis. Este evento no solo ha generado preocupación a nivel nacional, sino que también ha llamado la atención de los mercados internacionales, que demandan una mayor transparencia en la gestión de la infraestructura eléctrica.
La presidenta de Redeia, Beatriz Corredor, ha sido objeto de críticas por su manejo de la situación. En una reciente rueda de prensa, varias organizaciones defensoras de los accionistas, como la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec), han cuestionado el informe presentado por Corredor, en el que se culpaba a las eléctricas por el apagón. Antonio Selas, representante de Aemec, ha instado a Redeia a no “echar balones fuera” y a asumir la responsabilidad de lo ocurrido. Según Selas, la falta de transparencia en la gestión de la crisis podría tener repercusiones negativas para los accionistas minoritarios, quienes se sienten desinformados y desprotegidos.
Los accionistas han señalado que, a pesar de las advertencias de varios técnicos de la compañía sobre el riesgo de un apagón, las medidas recomendadas no fueron implementadas. Esta falta de acción ha llevado a cuestionar la gobernanza corporativa de Redeia, donde los accionistas exigen una rendición de cuentas clara y la identificación de los responsables de la crisis. La situación se complica aún más con la llegada de demandas potenciales que podrían surgir como consecuencia de la crisis eléctrica.
### Reacciones de las Empresas y el Mercado
La crisis no solo ha afectado a Redeia, sino que también ha tenido un impacto significativo en otras empresas del sector. La compañía química Ercros ha sido la primera en señalar que el apagón ha afectado sus cuentas, estimando pérdidas de hasta 26 millones de euros en el primer semestre del año. Este tipo de reacciones pone de manifiesto que el apagón ha tenido un efecto dominó en la economía, afectando a empresas que dependen de un suministro eléctrico constante y fiable.
Desde el sector eléctrico, la presidenta de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec), Marina Serrano, ha defendido que no hubo “desconexiones indebidas” durante el apagón, contradiciendo las afirmaciones de Corredor y otros funcionarios del gobierno. Esta discrepancia en las versiones sobre lo ocurrido el 28 de abril ha generado aún más confusión y desconfianza entre los accionistas y el público en general.
Además, la asociación de operadores europeos, Entso-E, ha indicado que el apagón se debió a la superación de los niveles de tensión en algunas de las principales instalaciones de Red Eléctrica. A pesar de que Corredor ha desmentido esta afirmación, la evidencia sugiere que la falta de planificación y la mala gestión en la programación de la red eléctrica fueron factores determinantes en la crisis.
Los accionistas y las organizaciones que los representan han dejado claro que no se trata solo de cambiar a la dirección de Redeia, sino de implementar un cambio real en la cultura de transparencia y responsabilidad dentro de la empresa. La falta de claridad en la gestión del apagón ha llevado a un clima de desconfianza que podría tener repercusiones a largo plazo en la percepción del mercado sobre la compañía.
### La Necesidad de una Gestión Transparente
La situación actual pone de manifiesto la necesidad urgente de una gestión más transparente y responsable en el sector eléctrico. Los accionistas minoritarios han expresado su deseo de ser escuchados y de participar en el proceso de toma de decisiones que afecta a sus inversiones. La falta de comunicación y la opacidad en la gestión de la crisis han llevado a un aumento de la presión sobre Redeia para que adopte medidas correctivas y mejore su gobernanza corporativa.
La crisis eléctrica en España no solo es un problema técnico, sino que también plantea cuestiones fundamentales sobre la responsabilidad empresarial y la necesidad de una mayor transparencia en la gestión de las infraestructuras críticas. A medida que se acercan las Juntas de Accionistas, será crucial observar cómo Redeia responde a estas demandas y si se implementan cambios significativos en su gestión para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.