La trama que rodea la contratación de David Sánchez, hermano del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha tomado un giro significativo con las declaraciones de varios testigos en el Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz. Este caso ha suscitado un gran interés público debido a las implicaciones de nepotismo y favoritismo en el ámbito de la administración pública.
Los primeros en declarar fueron Evaristo Valentí y Yolanda Sánchez, directores de los conservatorios de música en Badajoz. Ambos ya habían testificado anteriormente, pero nuevos correos electrónicos han surgido, revelando que se referían a David Sánchez como «hermanísimo» antes de su contratación. Esta referencia ha llevado a la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil a investigar más a fondo la naturaleza de su relación y las circunstancias que rodearon su nombramiento.
La jueza Beatriz Biedma, encargada del caso, había ordenado a la UCO investigar la desaparición de correos electrónicos de Yolanda Sánchez, quien alegó que no borró intencionadamente los mensajes relevantes. Sin embargo, la falta de actividad en su cuenta profesional durante un periodo crítico ha levantado sospechas. En su declaración, Yolanda se ofreció a colaborar y puso a disposición su cuenta personal de Gmail, que utilizaba con más frecuencia.
Los correos interceptados por la UCO han revelado que el mismo día en que se publicó la convocatoria para el puesto de Coordinador de Actividades de los Conservatorios, los directores ya discutían sobre David Sánchez, lo que sugiere que había un conocimiento previo sobre su selección. Un correo de Evaristo Valentí, fechado el 17 de mayo de 2017, incluía el asunto «El hermanísimo», lo que ha llevado a la conclusión de que la contratación podría haber estado influenciada por su relación familiar con el presidente del Gobierno.
Además, la UCO ha encontrado comunicaciones en las que otros técnicos también se referían a David Sánchez como «hermanísimo», lo que refuerza la idea de que su nombramiento no fue un proceso transparente. La investigación ha puesto de manifiesto que, al menos desde el 19 de mayo de 2017, había un conocimiento interno sobre la vinculación de la plaza con David Sánchez, antes incluso de que se llevara a cabo el proceso de selección.
Otro testigo clave en la investigación es Ignacio Sánchez, quien fue casero de David Sánchez en Badajoz. Su testimonio es crucial, ya que reveló que David había mostrado interés en alquilar un piso en la ciudad antes de pasar la entrevista para el puesto en la Diputación. Esto ha llevado a la jueza a solicitar la verificación de la identidad de David en la plataforma de alquiler donde utilizó el alias «Hermit». La coincidencia de las fechas sugiere que David ya tenía conocimiento de su futura contratación antes de que se llevara a cabo el proceso de selección.
La jueza ha solicitado a la UCO que investigue más a fondo la propiedad de los números de teléfono y correos electrónicos asociados a David Sánchez, así como su actividad en plataformas de alquiler. Este análisis podría proporcionar más información sobre la relación entre su contratación y su conocimiento previo sobre el puesto.
El caso ha atraído la atención de varios sectores, incluyendo a políticos de la oposición que han denunciado el posible enchufismo en la contratación de David Sánchez. Álvaro Jaén Barbado, exdiputado de Podemos en la Asamblea de Extremadura, también está citado a declarar, ya que había expresado públicamente sus sospechas sobre la transparencia del proceso de selección.
La situación sigue desarrollándose, y las declaraciones de los testigos en el juzgado son solo una parte de una investigación más amplia que busca esclarecer las circunstancias que rodearon la contratación de David Sánchez. A medida que se revelan más detalles, la presión sobre el Gobierno y la Diputación de Badajoz aumenta, y la opinión pública espera respuestas claras sobre este asunto que ha puesto en tela de juicio la ética en la administración pública.