Carlos Alcaraz, el joven tenista español, se prepara para su regreso a la competición en el Masters 1000 de Montecarlo, un torneo que ha eludido hasta ahora. Después de un inicio de temporada complicado, donde no logró títulos en el Sunshine Double, Alcaraz busca dejar atrás las presiones y expectativas que lo han acompañado. En su debut, se enfrentará al argentino Francisco Cerúndolo, un jugador que ha demostrado ser un matagigantes en el circuito. A pesar de que Alcaraz ha ganado los dos partidos previos entre ambos, este será su primer encuentro en tierra batida, lo que añade un nivel extra de incertidumbre.
La presión por recuperar el número uno del ranking ATP ha sido un tema recurrente en las declaraciones de Alcaraz. Tras la ausencia de Jannik Sinner, muchos esperaban que el español aprovechara la oportunidad para retomar la cima, pero él mismo ha reconocido que esa presión lo ha afectado. «La presión por el número uno me mató», confesó Alcaraz, quien ahora se enfoca en disfrutar del juego y en mejorar su rendimiento en la cancha.
En Montecarlo, el murciano llega con la intención de cambiar su suerte. A pesar de no haber ganado en sus anteriores participaciones, se siente optimista y ha tenido un tiempo de descanso que le ha permitido recargar energías. Alcaraz ha mencionado que las sensaciones en los entrenamientos han sido positivas, lo que le da confianza para afrontar este nuevo reto.
El Masters de Montecarlo es un torneo que, aunque no ha sido favorable para Alcaraz en el pasado, representa una oportunidad para demostrar su talento en una superficie que le es familiar. Con el apoyo de sus seguidores y la experiencia adquirida en los últimos meses, el joven tenista busca dar un golpe sobre la mesa y comenzar su camino hacia la gloria en la temporada de tierra batida.