Este sábado, miles de personas se manifestaron en diversas ciudades de España para exigir el derecho a una vivienda digna, en una de las protestas más multitudinarias de los últimos años. Convocadas por los sindicatos de inquilinos y apoyadas por organizaciones vecinales y antidesahucios, las manifestaciones se llevaron a cabo en 40 ciudades, con Madrid como el epicentro de la movilización.
La marcha en Madrid, bajo el lema «Acabemos con el negocio de la vivienda», reunió a entre 100,000 y 150,000 participantes, según estimaciones de los organizadores, aunque la Delegación del Gobierno redujo esta cifra a 15,000. Los manifestantes recorrieron el Paseo del Prado y la Gran Vía, coreando consignas como «okupa y revienta la vivienda» y criticando al gobierno por su supuesta complicidad con los intereses de los rentistas.
Valeria Racu, portavoz del sindicato de inquilinos de Madrid, enfatizó la necesidad de decretar alquileres indefinidos y llamó a los hogares cuyos contratos de alquiler finalizan este año a resistir y no abandonar sus viviendas. «Hoy es el principio del fin del negocio de la vivienda», declaró Racu, subrayando la urgencia de abordar la crisis habitacional que afecta a millones de españoles.
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, también se pronunció sobre la situación, instando a las comunidades autónomas a aplicar la Ley de Vivienda, que busca regular el mercado de alquiler y garantizar el acceso a una vivienda asequible. Alegría destacó que la vivienda se ha convertido en el principal problema social del país y que es responsabilidad de las administraciones públicas abordar esta crisis.
La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, presente en la manifestación de Madrid, subrayó que el acceso a la vivienda es un problema que afecta a toda la sociedad. «Salimos a las calles a defender la vivienda porque queremos vidas habitables», afirmó, haciendo hincapié en las consecuencias de un modelo que expulsa a las personas de sus hogares y precariza sus vidas.
Los co-coordinadores de Movimiento Sumar, Carlos Martín y Lara Hernández, también participaron en la protesta, cuestionando la falta de acción del Gobierno en la regulación de los precios de los alquileres. Hernández argumentó que la vivienda es un reflejo de la desigualdad social, donde unos pocos se benefician a expensas de la mayoría. Ambos líderes instaron al Gobierno a tomar medidas más contundentes para abordar la crisis de la vivienda, como topar los precios de los alquileres y regular el mercado.
La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, aprovechó la ocasión para exigir al Partido Popular, que gobierna la ciudad y la comunidad, que aplique la Ley de Vivienda y tome medidas para cerrar los pisos turísticos ilegales que contribuyen a la especulación en el mercado inmobiliario. Maestre pidió que se triplicara la inversión en vivienda pública y que se prohibiera la compraventa especulativa de propiedades.
Las manifestaciones se desarrollaron sin incidentes, reflejando un amplio consenso social sobre la necesidad de abordar la crisis de la vivienda en España. La participación masiva en estas protestas indica que la preocupación por el acceso a una vivienda digna está en aumento, y que muchos ciudadanos están dispuestos a alzar su voz para exigir cambios significativos en la política de vivienda del país.
La situación actual del mercado inmobiliario en España, caracterizada por el aumento de los precios de alquiler y la escasez de viviendas asequibles, ha llevado a un creciente descontento entre la población. Las manifestaciones de este sábado son un claro indicativo de que la lucha por el derecho a la vivienda se intensificará en los próximos meses, a medida que más personas se unan a la causa y exijan soluciones efectivas a un problema que afecta a millones de españoles.